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Espacios naturales

Ayuntamiento de Canillas de Aceituno

Espacios naturales

Sierras de Alhama, Tejeda y Almijara

Datos generales

  • Correo electrónico: PN.STejeda.Almijara@cma.junta-andalucia.es
  • Localización: Por la carretera de la costa en dirección Motril-Almería se llega hasta Vélez-Málaga y Nerja. En el primero es posible desviarse de la autovía en dirección hacia Alhama de Granada, accediendo fácilmente desde esta carretera, A-335, a los municipios de Alcaucín, Canillas de Aceituno, Sedella y Salares. Si se quiere llegar a Cómpeta o Canillas de Albaida, es preferible salir de la autovía por el pueblo de Algarrobo, una vez pasado Vélez. Para el visitante de fuera de la provincia, conviene tomar el desvío existente en Casabermeja, antes de la capital, en dirección a Vélez-Málaga, llegando al embalse de La Viñuela, desde donde se puede llegar hasta Alcaucín y demás pueblos del Parque Natural.

Características

  • Tipo: Parque natural

Suelo

  • Municipios: Alcaucín, Canillas de Aceituno, Canillas de Albaida, Cómpeta, Frigiliana, Nerja, Salares y Sedella.
  • Relieve: Por la carretera de la costa en dirección Motril- Almería se llega hasta Vélez-Málaga y Nerja. En el primero es posible desviarse de la autovía en dirección hacia Alhama de Granada, accediendo fácilmente desde esta carretera, A-335, a los municipios de Alcaucín, Canillas de Aceituno, Sedella y Salares. Si se quiere llegar a Cómpeta o Canillas de Albaida, es preferible salir de la autovía por el pueblo de Algarrobo, una vez pasado Vélez. Para el visitante de fuera de la provincia, conviene tomar el desvío existente en Casabermeja, antes de la capital, en dirección a Vélez-Málaga, llegando al embalse de La Viñuela, desde donde se puede llegar hasta Alcaucín y demás pueblos del Parque Natural.
  • Superficie: 40.600 ha. 

Flora

La flora es otro de sus valores relevantes, tal vez el más aparente. Junto al papel decisivo de la litología que ya genera contrastes enfrentados, se manifiesta también la influencia de un amplio rango climatológico, regido por las bruscas variaciones altitudinales (0–2.000 m.), la proximidad marina y la orientación del macizo en dirección SE – NW. Esta amalgama de factores genera una gran diversidad que se muestra en la vida vegetal con formaciones singulares, características de la cuenca mediterránea y en ocasiones de requerimientos opuestos entre sí. Dominan los pinares, asentados sobre las blancas arenas que genera la descomposición de los mármoles.

Así, es posible el desarrollo del pino carrasco hasta el pino silvestre, de requerimientos muy dispares, pasando por el piñonero, el negral o el salgareño e incluso el insigne, procedente de repoblaciones experimentales en otro tiempo. Asimismo, entre árboles y arbustos, el rango va desde el palmito (Chamaerops humilis), el cambrón (Maytenus senegalensis), el bayón (Osyris quadripartita), revientacabras (Cneorum tricoccum) o boj (Buxus balerarica) característicos de las proximidades litorales, hasta el mostajo (Sorbus aria), durillo (Amelanchier ovalis), durillo dulce (Cotoneaster granatensis), cenizo (Adenocarpus decorticans), rebollo (Quercus pyrenaica) o aza (Acer granatense) que habitan las umbrías y altas cumbres junto con el matorral de camefitos espinosos dominado por piornos y rascaviejas como Vella spinosa, Prunus prostrata, Erinacea anthyllis, Astragalus granatensis, Echinospartum boissieri, Hormatophylla spinosa y Genista lobelii.

Fauna

En relación con la fauna, su principal importancia radica en la extensión longitudinal del macizo, poniendo en conexión las sierras malagueñas con la vecina Sierra Nevada y actuando como pieza importante en la dorsal que forman las montañas béticas y que ponen en conexión el campo de Gibraltar con el Levante peninsular. Un claro ejemplo de este efecto corredor, ha sido la reciente colonización del territorio por parte de la ardilla común, estableciéndose en menos de tres años de uno a otro extremo en estas sierras.

En este pequeño mundo de árboles y roquedos, es de destacar su avifauna. Es notable la presencia de grandes águilas (A. real, perdicera, calzada y culebrera), halcón peregrino y azor, chotacabras, aves forestales como los picos y las aves de montaña, destacando las collalbas (collalba negra, gris y rubia), el roquero rojo, el roquero solitario y el acentor alpino.

Pero sin duda, el animal más conocido en estas sierras, es la cabra montés. Este endemismo de la fauna ibérica, que en otro tiempo estuviera al borde de la extinción, hoy se encuentra en auge, gracias sin duda a la acertada gestión llevada a cabo por la Administracion a lo largo de este siglo. Para el caso concreto de Tejeda-Almijara, la regulación cinegética de esta especie bajo la figura de Reserva Nacional de Caza ha permitido que la exigua población existente en un principio se haya multiplicado por diez en un plazo de veinticinco años, con unos 1.500 animales solamente en la vertiente malagueña del macizo.

Esta misma gestión ha logrado mantener la zona libre de la epidemia de sarna sarcóptica que ha puesto en peligro a otros núcleos de población más o menos próximos. De este modo, las sierras Tejeda y Almijara se mantienen como uno de los enclaves más importantes de España para esta especie emblemática de nuestras serranías.